El Ministerio de Salud, a través del Programa de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, recomendó a aquellas personas que desean realizar deportes conocer antes la salud de su corazón para evitar la muerte súbita ya que la muerte sorpresiva es la peor pesadilla de los deportistas.

Al respecto, la responsable del Programa, perteneciente a la Dirección provincial de Promoción y Protección de la salud, Gabriela Sosa, recordó que “a esta patología no la causa ningún tipo de actividad física, ni siquiera las de alto impacto. Estas actúan como gatillo disparador de un evento en un corazón que ya estaba enfermo y el afectado no lo sabía “.

 

EXAMEN CARDIOLÓGICO

 

Por ello, enfatizó que “antes de llevar a cabo alguna práctica deportiva, una persona necesita conocer su estado de salud general, especialmente la cardíaca, sobre todo los mayores de 30 años”; por lo que es recomendable “realizarse un examen cardiológico para descartar patologías de base que pueden agravarse con el ejercicio”

 

“Si una persona no hace algún tipo de actividad física -desde caminar, hasta practicar algún deporte regularmente- le ocasiona mucho daño a su corazón”, precisó, remarcando que está comprobado “que cualquier tipo de deporte protege la salud del corazón, pero antes de lanzarse a correr, trotar o realizar cualquier tipo de actividad debe hacerse primero un chequeo médico”.

 

MUERTE SUBITA EN DEPORTISTAS

 

En ese marco, sostuvo que el sedentarismo o actividad física insuficiente es considerado por la OMS, desde 1992, “un factor de riesgo mayor para la enfermedad cardiovascular”, de ahí que toda la población “tiene que adoptar un estilo de vida activa, con un mínimo de cinco estímulos semanales”.

 

Si bien la muerte súbita es la peor pesadilla de los deportistas, no la causa el ejercicio ni el deporte, ya que estos “actúan como un gatillo disparador de un evento cuando el terreno es propicio, o sea en un corazón que ya está enfermo”.

 

Mencionó entonces que los atletas representan “el paradigma del hombre con óptima salud, y parece increíble que una persona con desempeños atléticos de excelencia pueda ser víctima de una muerte sorpresiva. Pero ocurren y provocan incertidumbre y miedo”.

 

Ante ello, lo que hace falta “es un cambio de actitud: la mayoría de las muertes súbitas, aún entre quienes no practiquen deportes, se podrían evitar si concurriesen al cardiólogo para hacerse un examen exhaustivo, al menos una vez al año”.

 

CAUSAS

 

En los deportistas menores de 35 años, más del 80% de las muertes súbitas se deben a cardiopatías congénitas, miocardiopatía hipertrófica o displasia arritmogénica del ventrículo derecho, en tanto que en los mayores de 35 años, la principal causa es la enfermedad de las arterias coronarias, es decir las obstrucciones coronarias de origen ateroesclerótico.

 

OCURRE DENTRO DE LA PRIMERA HORA

 

La muerte súbita es aquella que ocurre dentro de la primera hora de iniciados los síntomas en una persona supuestamente sana. En el deporte, puede presentarse en cualquier momento: en el precalentamiento, en el entrenamiento, durante la competencia e inclusive después de finalizada la misma.

 

CÓMO SE DIAGNOSTICA

 

Esta patología se manifiesta a través de la pérdida súbita de conciencia, asociada a la ausencia de pulso y respiración (paro cardiorrespiratorio). Otra forma de presentación inicial es el infarto agudo de miocardio, que se caracteriza por un dolor de pecho intenso, de tipo opresivo, asociado muchas veces a falta de aire y sensación de muerte inminente. Estos casos requieren una rápida intervención mediante un cateterismo cardíaco de urgencia, para identificar la arteria ocluida y repararla con una angioplastia coronaria. El factor tiempo es muy importante: cada minuto cuenta para salvar una vida.

 

NO SON MUY FRECUENTES EN DEPORTISTAS

 

Esta enfermedad en los deportistas no son muy frecuentes: aproximadamente ocurre un caso entre 300.000 personas al año, y se presentan, por lo general, en quienes padecen enfermedades cardiovasculares y desconocen su condición. Por este motivo se insiste en la necesidad de realizarse controles médicos antes de iniciar una actividad física o deportiva.

 

CHEQUEO

 

El chequeo consiste en la realización de una historia clínica, el examen físico y el electrocardiograma. Los antecedentes de muerte súbita en familiares directos son muy importantes y pueden conllevar a la realización de exámenes cardiovasculares más profundos. El electrocardiograma de esfuerzo -o ergometría- se recomienda en pacientes mayores de 35 años que estén por comenzar un plan de actividad física moderada o intensa; especialmente si tienen alguna patología crónica asociada, como Diabetes, Hipertensión Arterial o Colesterol alto.

 

En tanto, para quienes hacen actividad física más fuerte o competitiva se recomienda hacer un ecocardiograma para descartar anormalidades estructurales del músculo cardíaco, como la miocardiopatía hipertrófica. Lo ideal sería que todos se realicen el chequeo cardiológico: quienes concurren a un club o gimnasio y aquellos que realizan actividades en forma esporádica o por su cuenta.

 

DEPORTES MÁS RIESGOSOS

 

Los deportes con mayor riesgo de padecer eventos cardiovasculares son aquellos que se practican con un nivel de exigencia física muy alta, y sobre todo a los que se les agrega un aditamento competitivo.

 

Algunas publicaciones sugieren que los de mayor riesgo son el triatlón, el ciclismo, el fútbol, el remo y el boxeo. Se debe tener en cuenta que la mayoría de los deportes son muy beneficiosos cuando la persona que lo practica está bien entrenada previamente. Y se transforman en riesgosos cuando se pretende comenzar a practicarlos sin una preparación gradual y sin controles médicos adecuados

 

FINES DE SEMANAS

 

Finalmente, Sosa refirió que para los fines de semana, se debe elegir un deporte y tener en cuenta la intensidad y el tiempo de la actividad y que es importante no realizar ejercicios físicos extenuantes o deportes grupales como fútbol o tenis. Es preferible optar por caminar, andar en bicicleta o nadar.

 

Además, se debe realizar siempre un precalentamiento de al menos 15 minutos y enlongar, tratar de dejar el cigarrillo y si no, no fumar horas antes y después del ejercicio. Esperar al menos dos horas luego de la comida principal.

 

Como recomendación final, la funcionaria abogó por “no olvidar de hacerse los controles médicos anuales y tener a raya los factores de riesgo (hipertensión arterial, dislipemia (colesterol triglicéridos), diabetes y sobrepeso/obesidad, entre otros)”.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *