El Gobernador Miguel Lifschitz pidió que lo mantengan informado «en tiempo real» sobre lo que está aconteciendo con la cooperativa SanCor, que por estas horas atraviesa el pico de la «tormenta perfecta»: no tiene insumos (ni plata para comprarlos), no le puede pagar a los tamberos, transportistas y mucho menos a los empleados.
Macri le busca socio
Macri dijo ayer por la mañana en esta capital que SanCor tiene que buscar «un socio para que tome la posta»; habló de “una mala política láctea en la última década”, “enormes desmanejos internos en su conducción” y “un pésimo convenio laboral con un Estado que no actuó en equilibrio”.
Dijo que están tratando de ayudar a SanCor «hace más de dos meses, con reuniones con las autoridades, con el gremio, tratando de llegar a un acuerdo que permita la continuidad”.
El colega sunchalense Jorge Tribouley, editor del portal El Eco publicó que el volumen en sueldos con los aportes patronales supera los 250 millones de pesos por mes. Adeuda a sus empleados el 50% de febrero, el 80% de marzo y todo abril. También existiría una deuda de febrero.
En cuanto a insumos, solo en estos últimos meses se generó un pasivo que orilla los 900 millones de pesos; mientras que el acarreo de leche tiene un pasivo de otros 300 millones de pesos.
En cuanto al pago a productores lecheros, la liquidación de febrero fue de 200 millones de pesos. Cheques que aún se adeudan. Y ya está pendiente la liquidación de abril.
Como si no fueran suficientes males, está bloqueado por el sindicato de camioneros el Centro de Logística en Buenos Aires por lo cual, señala Tribouley, en estos días se cargaron los últimos camiones de dulce de leche y de quesos, dirigiéndose al norte del país.
En Sunchales, en planta se encuentran trabajando unos 70 empleados de los 650. El resto tiene jornada libre con la pérdida del 15% del sueldo, salvo los 120 que optaron por el retiro voluntario. Si bien no hay precisiones sobre el sector administrativo, también se le habría dado jornada libre al 50% del personal.
Apymel reclama por el «aporte solidario»
La Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios Lácteos (APYMEL), que se reunió el martes por la noche con el sindicato ATILRA, cónclave del cual los sindicalistas se fueron antes de tiempo, le solicita «madurez de volver a la mesa de negociaciones en aras de lograr un acuerdo que nos ayude a sacar a la lecheria de la profunda crisis en la que se encuentra sumida».
Dice APYMEL que «ante la crisis actual de SANCOR y al mal llamado aporte solidario, se ve ante la obligación de aclarar que la convención colectiva de trabajo del gremio lácteos en 1988 incluye un aporte solidario y un aporte subsidiario (por encima de las cuotas sindicales y los aportes para las obra sociales ) que sumados alcanzan al 6.5% de sueldo de la categoría A lo que en este momento representa $1.625 por empleado. Este aporte que abarca a los 27.000 trabajadores del convenio colectivo se está pagando por parte de las industrias y representa un ingreso extraordinario para el gremio de más de 43 millones de pesos mensuales».
«En el año 2009 ATILRA y el CIL convinieron otro aporte extraordinario que inicialmente era de 100 pesos y por solo tres meses, pero que luego de sucesivos ajustes se ha elevado a un monto que en la actualidad representa $3.868», asegura la entidad gremial empresaria de los pequeños productores de leche; para agregar que «demás está decir que los aportes, que sumados llegan a $5.123 son absolutamente irrazonables, totalmente fuera de proporción y han puesto a gran número de empresas lácteas al borde la cesación de pagos».
APYMEL aseguro que «no ha sido firmante de dicho aporte y lo ha estado cuestionando en la vía judicial confiando en un resultado favorable», aclarando que «la deuda que las empresas de APYMEL tiene con ATILRA en este momento supera los 800 millones de pesos. Es evidente que un resultado desfavorable para APYMEL representaría la destrucción de miles de puestos de trabajo y el cierre de mas de 200 fábricas pequeñas y medianas», colige.
En la actualidad la situación financiera de SANCOR y la necesidad de un crédito excepcional por parte del gobierno, ha puesto sobre la mesa de discusión la racionabilidad de estos aportes solidarios y extraordinarios abriéndose una negociación entre los representante de la industria CIL y APYMEL y los representantes de ATILRA . APYMEL y el CIL están de acuerdo en mantener el aporte solidario y subsidiario del 6.5% pero solicitan una baja del aporte extraordinario a un monto razonable entre 500 y 750 pesos por empleado / mes.
APYMEL aduce que «ATILRA acepta parcialmente esta rebaja pero solicita que al aporte se fije por litro a los que las industrias solicitamos que se establezca un tope de no más de $1.200 para no castigar a las empresas más eficientes con un nuevo aporte imposible de afrontar».
Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe