El diputado provincial Joaquín Blanco repudió la mala prestación de servicios de parte de PAMI a sus afiliados, destacando que “tan sólo en lo que va del 2017, por falta de pago a los profesionales, hubo tres paros de médicos de cabecera, dos de ópticos y dos de odontólogos, a eso se le suman los recortes de cobertura y la faltante de medicamentos que sufrieron algunas farmacias al no llegar a un acuerdo con los laboratorios”.
Para el legislador “la salud de los jubilados no es negociable, no puede estar sujeta a ideas de correcciones presupuestarias para reducir gastos, con el pretexto de que a veces no están justificados. En todo caso, hay que dotarlo de más presupuesto, el que sea necesario, y transparentar el funcionamiento de la institución, porque se trata de un derecho”. Por otra parte, “no creemos que el problema de PAMI sea económico, para este año, tiene asignado un presupuesto de más de 115 mil millones de pesos, un 40% más que el 2016 y un monto superior al que manejan las economías de muchas provincias de nuestro país”, expuso y continuó “es tiempo que las provincias tengan participación para poder garantizarle un trato más digno y una mejor calidad de vida a sus adultos mayores”.
Blanco sostuvo que hay una desidia de las autoridades del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados con las situaciones que se viven en las provincias ya que “en lugar de intentar resolver los problemas antes de que afecten a los afiliados, esperan a que se corten las prestaciones y luego intentan negociar un acuerdo”.
Para el diputado socialista resulta imperioso plantear una descentralización del PAMI y que las provincias comiencen a tener una incidencia directa en la toma de decisiones. “Ante los problemas de la obra social, los jubilados recaen en el sistema de salud provincial”, indicó, y agregó que “durante el 2016 162 mil personas mayores de 60 años se atendieron en efectores públicos, lo que representa un 30% de la población total de adultos mayores de nuestra provincia”.
Este año también se profundizó el conflicto con los laboratorios. “Algunos jubilados no pudieron conseguir sus medicamentos, las farmacias no tenían más stock, ante la falta y la rescisión de acuerdos entre la industria y el PAMI, dejaron de entregarles”, relató el diputado provincial.
Finalmente, Blanco dijo que la crisis de la obra social se siente no sólo en Rosario y Santa Fe, donde hay Delegaciones, sino también en las ciudades más pequeñas de la provincia y recordó que “este año hubo movilizaciones de adultos mayores, reclamos y pedidos de autoridades de Pérez, Capitán Bermúdez, Firmat, Villa Gobernador Gálvez y San Lorenzo, todas por las deficiencias en las prestaciones”.