Ayer, en un fallo histórico, la justicia federal de Rosario avaló el pedido de las “Madres que se Plantan”, permitiendo el autocultivo de cannabis con fines medicinales para sus hijos e hijas. Histórico no sólo porque por primera vez la acción es colectiva, emprendida por 8 mamás, sino porque a diferencia de los otros precedentes a nivel nacional, se reconoce un trabajo conjunto y articulado con profesionales de la salud y la Universidad Pública para realizar los testeos y producción de cada uno de los aceites.
Este hecho histórico fue producto del testimonio fundamental de las madres en primera persona, de las profesionales de AUPAC (Asociación de usuarios y Profesionales para el Abordaje del Cannabis) que las acompañaron en este largo camino, y el valioso aporte que hizo la Universidad Pública a través de las voces de los decanos Esteban Serra (Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas) y Ricardo Nidd (Facultad de Ciencias Médicas)
La justicia llamó a las cosas por su nombre, reconociendo que fueron las mamás las que entendieron que la mejor manera de dar calidad de vida a sus hijos e hijas fue organizándose, empujando los límites de lo posible, a contramano muchas veces de las políticas de estado.
En momentos donde no abundan las buenas noticias, este acto de justicia y de felicidad vale doble. Vaya nuestro abrazo a las “Madres que se plantan” y todas aquellas que podrán utilizar este precedente para mejorar la calidad de vida de sus familias.