Los artesanado de Ceres, tuvieron su tarde de feria en la ciudad, y mostraron su agradecimiento en res sociales, donde resaltaron el trabajo de cada una de las personas que participó en la organización del evento, con números artísticos, con visitas, con compras  y cada persona que aportó su granito de arena para que la feria sea todo un éxito:

«Cuando yo te digo que la feria tiene magia… vos creéme!
El hechizo comienza con Julio, llamando para avisar que está armando el sonido en la casita…
Inmediatamente, Telma, Dimi y las nenas se ponen la feria al hombro y empiezan a mover engranajes para que todo esté impecable para recibir a los feriantes….
Lentamente el olor a incienso empieza a aromatizar la tarde y los primeros paseantes se acercan. Y el sol coronó un día que empezó frío y gris… un cielo celeste, majestuoso e imponente se abrió para nosotros.
Bruna imponiéndose ante los perros visitantes, como dueña absoluta de la casita y los artesanos… tradición de cada feria….
Marcela Guerra, siempre dispuesta llegó para llenar el aire de folclore y pasión. Realmente le hacen honor al nombre… «Latir de mi tierra»…. belleza… sencillez… gracia y elegancia pueden conjugarse exquisitamente.
Casi pasando desapercibida llegó Marianela Barrera con su guitarra. Y en la segunda nota «se comió» la tarde… Un repertorio elegido con un gusto muy refinado… su voz clara, potente y melodiosa llenaron el aire de dulzura y color. Regalo para los sentidos.
La belleza, juventud y el ritmo de la mano de Let’s Dance hizo bailar a grandes y chicos. Siempre dispuestas a colaborar con un corazón gigante…
Un grupo de delirantes se puso a pintar paredes… Y ese lugar… hasta hace poco tan dormido… aburrido… Y olvidado…. está despertando…. se estira… se despereza… Y nos guiña la ventana más alta de la torre… Y sabemos que ese guiño significa que nuestros sueños no tienen techo….
Alvarito estaba sólo… desilusionado porque su compañero no lo podía acompañar. Pero los duendes de la casita cruzaron a Marianela y su guitarra, y Rafa con sus recitados, hicieron la delicia de grandes y chicos. Parecía que siempre hubieran tocado juntos… conexión de corazón a corazón para que brillen los tres….
Y para cerrar la tarde la trayectoria y la magia de Yana Kakuy… sublimes voces tremendamente acompañadas en un repertorio maravilloso. Y si… un lujo para los que pudieron disfrutarlo.
GRACIAS Ceres por haber aceptado a la feria como una opción de salida… como paseo de compras… como el lugar donde les agrada estar. Y mientras nos dejen soñar… vamos a seguir volando sin alas para el lugar siga destilando magia…»

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