Médicos de todas las provincias afirman que la demora de las pruebas los coloca en serio riesgo y puede afectar la respuesta sanitaria en los próximos meses.

Médicos de todo el país comienzan a expresar su temor e incomodidad por las demoras que está mostrando el sistema sanitario argentino a la hora de chequear los posibles casos de coronavirus.

«Por favor, los que tengan contacto con el Ministerio de Salud y el Instituto Malbrán, insistan en descentralizar el tema de los test para Covid-19. Estamos teniendo casos grises, exponiéndonos por medidas que son tardías», señalaba hoy en un grupo de médicos, uno de los profesionales.

La queja tiene que ver con la forma en que diversos ministerios de salud provinciales eligen a quiénes testear y a quiénes no, privilegiando al grupo de quienes llegaron del exterior o tuvieron contacto con personas que llegaron desde países más afectados por la pandemia.

Pero, señalan estos médicos, como no se testean los posibles casos de contagio local, quedan más expuestos al contagio al no saber si están diariamente en contacto con personas afectadas por el virus.

«Nosotros en La Rioja -comentó un médico de esa provincia-  tuvimos dos decesos por neumonía grave bilateral el día sábado 14, se realizó el protocolo para Covid-19 y se enviaron  hisopados, se calcula que para el viernes 20 tendremos resultados. El tiempo es demasiado».

«Los 65 casos contabilizados hasta hoy -señaló un médico cordobés- son de hace una semana. ¿Cuántos son en realidad a la fecha? Pero bueno, ya  lo dicen las sagradas escrituras: Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires».

«Somos médicos de todo el país los que estamos pidiendo que permitan ya hacer el test al resto de las provincias», dijo a este medio el médico clínico de un sanatorio privado de Córdoba.

Otro de sus colegas mencionó que, de seguir como hasta ahora, «los problemas principales de la epidemia en Argentina son: merma de personal y de capacidad operativa por licencias y cuarentenas, falta de insumos para cuidados de bioseguridad y cuello de botella en el diagnóstico para definir los casos con el consiguiente subdiagnóstico y retraso de medidas epidemiológicas. Se va a agregar en breve la falta de camas, respiradores, selección de casos y fatiga sanitaria».

Diversos médicos comentaron que el Instituto Malbrán ya estaría saturado, con retraso de hasta seis días en la remisión de informes.

En redes sociales era posible ver el miércoles los pedidos de médicos y enfermeros que ya realizan clínicas y sanatorios privados para poder responder a la creciente demanda que van a enfrentar.

El gobierno de Córdoba anunció el miércoles que desde el martes 24 comenzará a realizar los testeos, que hoy siguen centralizados en el Instituto Malbrán de Buenos Aires, donde se ha producido el cuello de botella y las demoras en tener resultados sobre los casos sospechosos que se reportan desde todo el país.

El gobernador salteño Gustavo Sáenz, de Salta, fue uno de los que expresó su queja por esta situación. Dijo tener bronca por tener que estar «mendigando reactivos» para saber el estado de salud de la población de su provincia.

La Nación anunció que trabaja para, en el mes de abril, tener funcionando una red de laboratorios que abarque todas las provincias, para acelerar la cantidad de tests.

Otro problema que enfrentan los médicos estos días es la gran cantidad de personas que se acercan a las guardias y consultorios para pedir certificados médicos o historias clínicas, para justificar sus ausencias laborales debido al coronavirus.

Los médicos cordobeses y de otras provincias se encuentran en contacto diario con colegas de España e Italia, lugares donde los casos se multiplicaron rápidamente por no haber avanzado a tiempo con mecanismos de control.

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