El diagnóstico de la infección por el nuevo coronavirus requiere de un abordaje bioquímico con equipos y personal calificado. Conocé el trabajo que realiza el Laboratorio Central del Hospital Universitario Austral.
Cuando un paciente ingresa a la guardia con síntomas respiratorios y reúne los criterios de caso sospechoso, se procede con un hisopado nasofaríngeo para determinar la causa de su infección respiratoria. Frente al contexto epidemiológico actual, las estrategias diagnósticas incluyen la posibilidad de detección del nuevo virus COVID-19.
Si bien el equipamiento es el mismo que se utiliza para la identificación de otros agentes virales, es necesario contar con reactivos específicos para la detección del nuevo coronavirus. El Hospital Austral dispone actualmente de la tecnología y los recursos para llevar adelante su detección.
“Pese a que ya disponíamos de la posibilidad de descartar la infección por el nuevo Coronavirus a instancias de la identificación de otros patógenos virales, la reciente implementación nos permite contar con mayores certezas diagnósticas en el protocolo de identificación del nuevo Coronavirus, completando así el panel de virus respiratorios que se investigan en las muestras recibidas”, explicó el Dr. Pablo Brenzoni, Jefe del Laboratorio Central del Hospital Universitario Austral. Y agregó: “Esto nos permite asegurar la satisfacción de las necesidades de nuestros pacientes y de toda la Institución, en un escenario claramente dinámico”.
En el Laboratorio, todas las muestras en las que se realiza la búsqueda de virus respiratorios son analizadas con equipamiento específico y personal calificado. La Dra. Vanesa Romano, bioquímica del área de Biología Molecular y responsable de coordinar el proceso y realizar la interpretación bioquímica de los resultados, especificó que “el contacto del personal con las muestras clínicas se realiza en ambientes controlados y bajo condiciones apropiadas de bioseguridad para evitar que se contaminen entre sí y también proteger al operador”.
La detección del COVID-19 requiere de una secuencia de trabajo protocolizada. La Dra. Romano explicó: “Primero se recuperan las células del paciente que fue hisopado, de las cuales se extrae el material genético viral si estuviesen infectadas. Luego, dicho material se amplifica para aumentar el número de copias y la capacidad de detección mediante la técnica de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) y, por último, se interpretan los resultados para determinar la presencia o no del agente patógeno”.
Dentro del algoritmo de trabajo, se realiza la técnica PCR Multiplex donde el especialista debe “preparar una mezcla de reacción a partir de la cual es posible detectar no solo el nuevo Coronavirus, sino otros patógenos respiratorios. De este modo, se revela la presencia de gérmenes que pudiesen estar contenidos en la muestra que se toma por hisopado”, detalló el Dr. Brenzoni.
Caso sospechoso
Según las especificaciones del Ministerio de Salud de la Nación, se define como caso sospechoso el paciente que presenta “fiebre y signos de infección respiratoria (tos, odinofagia, rinorrea y dificultad respiratoria) más historia de viaje a zona de circulación viral sostenida en los últimos 14 días anteriores al inicio de los síntomas: China, Corea del Sur, Japón, Irán, Italia, Alemania, Francia y España (al día de la fecha)”.