Las mismas fueron realizadas por el Colegio de Cosmetólogos de Santa Fe y están radicadas a lo largo y ancho de la provincia. «Cuando uno asiste a un lugar de trabajo donde la persona no está regulada, corre riesgo su salud», dijo la presidenta del organismo.
En diálogo con Buen Santa Fe, la presidenta del Colegio de Cosmetólogos de Santa Fe, Fernanda Giavedoni, confirmó que desde el organismo están próximas a iniciar acciones legales contra 300 personas de las que detectaron que están ejerciendo la profesión de manera ilegal en toda la provincia. Además, detalló cómo se llevará adelante el proceso.
«Estamos muy satisfechas. El año pasado, a pesar de la pandemia, pudimos lograr más de 19 mediaciones donde hemos logrado que algunas personas se pongan en regla y otras desestimen de ocupar la profesión ya que estaban usurpando títulos. Este año venimos con todo ya que está todo más activo, en la parte judicial sobre todo, así que estamos pronto a presentar más de 300 distribuidas en toda la provincia de chicas que están ejerciendo ilegalmente y que no quieren formalizar o reglamentar su trabajo, como corresponde. Estamos llegando al final de una etapa ardua de trabajo de investigación, constataciones, de seguir buscando gente ilegalmente, para beneficiar a las matriculadas que son quienes ejercen legalmente», comenzó diciendo Giavedoni.
Además, destacó la importancia de detectar la ilegalidad. «En realidad, lo que el ciudadano común no comprende, es que cuando uno asiste a un lugar de trabajo donde la persona no está regulada, corre riesgo su salud. Nosotros, con la pandemia, tuvimos que presentar protocolos de bioseguridad para poder trabajar: todas las cosmetólogas trabajan a protocolo, lo que implica un gasto extra en el insumo de todo lo que es el material de bioseguridad, más el aumento en lo que es la sanitización o esterilización de la zona de trabajo. Es sospechoso cuando alguien cobra tan barato. El Colegio regula lo que debe cobrar un profesional y en ese precio no está incluido lo que el profesional gasta para poder dar bioseguridad al paciente: no solo que da profesionalismo, también da bioseguridad».
En este sentido, describió que quien asista a lugares de cosmetologías «lo que debe solicitar es la matrículas emitida por el Colegio de Cosmetólogos y fijarse físicamente en el local si está la habilitación del Colegio de Cosmetólogos. Son fácilmente identificables. En torno a la provincia, tenemos 1500 matriculados. Somos un montón de profesionales que trabajamos como corresponde.»
Con respecto a cómo se desarrollan los procedimientos, describió: «presentamos un expediente armado con todas las pruebas que nosotros hemos detectado una persona que ejerce ilegalmente. Se arma una audiencia de mediación: se las llama diciéndole a las personas que hay una denuncia en su contra. Eso ya pasó por un proceso donde las hemos convocado a que se acerquen a regularizar la situación. Al negarse, sigue la vía legal. Una vez que esta persona logra cerrar una mediación, se encuentran conmigo y con el abogado donde manifiestan por qué están ejerciendo ilegalmente y se la invita a regularizar su situación en caso de que sea viable: si no es viable, lo que tiene que hacer es ejercer o de usurpar el título de cosmetóloga«.
Finalmente, hizo un balance del sector a un año del comienzo del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio a nivel nacional. «Hubo muchas situaciones especiales, pero hoy las matriculadas se encuentran trabajando. Hemos tenido una muy baja tasa de contagios. No llegamos ni al 10% de la matrícula. Consideramos que estamos trabajando con altísimas medidas de bioseguridad. Hemos hecho una presentación al Ministerio de Salud para que se nos incluya en el plan de vacuna como auxiliares de la salud: no hemos recibido respuesta. Sabiendo la posibilidad de una segunda ola, venimos reforzando lo que es bioseguridad. Lo más importante es que las chicas cumplen y hacen cumplir el protocolo».