“Es el momento de combatir a los delincuentes, estén fuera o dentro del Estado”. Miguel Lifschitz y Carlos Fascendini asumieron este viernes como Gobernador y Vicegobernador de la provincia, respectivamente, en un acto que se realizó ante la Asamblea Legislativa.
Con un marco imponente de público, en el que se destacaba el Gobernador y Vice salientes, Antonio Bonfatti y Jorge Henn; el ex Gobernador Hermes Binner, el Senador Nacional Omar Perotti, titulares de bloques y legisladores de las dos Cámaras; autoridades provinciales y municipales, del Poder Judicial, militares y eclesiásticas; y dirigentes sociales y políticos entre otros, Lifschitz juró por “el Honor y la Patria y si así no lo hiciere el pueblo me lo demande”. En tanto, Fascendini lo hizo bajo la fórmula “por Dios, la Patria y los Santos Evangelios”.
En su primer mensaje como mandatario provincial, hizo hincapié en la necesidad de «achicar la desigualdad, eliminar la impunidad, y combatir al Narcotráfico»
En otros fragmentos del discurso, Lifschitz, remarcó.
«Hoy, después de ocho periodos de Gobierno, de seis gobernadores, me toca asumir ante ustedes y el pueblo de Santa Fe la más alta investidura de la Provincia, cargo al que he accedido en cumplimiento de la voluntad popular, expresada en las urnas el 14 de junio pasado. Fue aquella la elección más reñida de la que se tenga memoria en nuestra provincia. Los santafesinos nos dejaron un claro mensaje que yo he interpretado cabalmente. Nadie es dueño de la verdad, nadie puede arrogarse la representación de la totalidad; por ello, la impronta del nuevo Gobierno debe ser de diálogo, de puertas abiertas, de concertación y de construcción colectiva».
En otro tramo tuvo palabras de elogio para Hermes Binner y Antonio Bonfatti, “que abrieron el camino por el que me toca ahora transitar y que me brindaron su respaldo incondicional. Sin ellos yo no estaría aquí. Estoy seguro de que ambos serán un gran apoyo en la tarea que me toca emprender”, resaltó.
Igualmente, el Gobernador reconoció “a mis contrincantes en la carrera por la Gobernación, Miguel Del Sel y Omar Perotti, porque fueron dignos adversarios, a quienes respeto, y porque además estarán a mi lado para compartir una visión sobre el futuro de nuestra provincia y también para enfrentar los difíciles problemas del presente”.
Más adelante, Lifschitz mencionó: “Ayer participé de la asunción del nuevo Presidente de la Nación. Todos los argentinos renovamos nuestra esperanza en el futuro. Confiamos en que quienes han asumido la tarea de gobernar la Argentina, interpreten las ansias de cambio del pueblo y estén a la altura de los enormes desafíos que la realidad nos impone”.
El nuevo mandatario santafesino sostuvo “Tengo el sueño de que en esta etapa podamos darle forma e impulsar un gran Proyecto Estratégico para el Norte santafesino, pensándolo como una gran región geográfica, económica y socialmente integrada al Norte Grande Argentino, junto a Santiago del Estero y al Chaco, pero también conformando una unidad territorial indisolublemente vinculada al sur santafesino en una mirada integradora de la Provincia”.
“Para ello -aseguró- deberemos invertir en obras públicas, en infraestructura, porque eso es esencial para generar las bases genuinas del crecimiento económico, de la generación de trabajo y también para la mejora de la calidad de vida de sus habitantes. Pero al mismo tiempo, necesitamos promover la iniciativa privada, porque el verdadero desarrollo llega solo de la mano de la inversión productiva y para ello vamos a promover múltiples medidas de promoción, de aliento y de apoyo, para que los actuales empresarios del norte o nuevos emprendedores puedan crecer o generar nuevos proyectos y más trabajo”.
Más adelante definió “Por estas horas se habla mucho de diálogo, el diálogo es el encuentro en la conversación, en el intercambio; es compartir un espacio de construcción colectiva. Nosotros creemos firmemente en el diálogo. Yo soy un hombre de diálogo, lo he practicado a lo largo de toda mi vida. La realidad se construye con múltiples miradas, por eso es que el diálogo es fundamental, es el instrumento, es la herramienta con la cual hacemos política, con la cual cambiamos las cosas. Vamos a hacer del diálogo una actitud permanente de nuestros funcionarios, de nuestro equipo de gobierno y vamos a abrir múltiples espacio de conversación con todos los sectores de la sociedad y con todos los actores políticos con responsabilidad institucional”.
De la misma manera, puso énfasis al resaltar “La corrupción es uno de los grandes temas de nuestra época en la Argentina y en muchos otros países de América Latina. Vamos a combatir la corrupción. Voy a conducir un Gobierno honesto, transparente y decente, siguiendo una impronta que caracteriza a esta provincia: menos retórica y más acción. Tenemos que trabajar con el ejemplo, tenemos que dar ejemplos cotidianos de austeridad y transparencia, facilitar el acceso a la información pública, cumplir y hacer cumplir las normas. Voy a trabajar en ese sentido” aseguró.
“La violencia y la inseguridad -detalló- se relacionan de manera directa con la falta de igualdad y con la de justicia. Por eso, si queremos tener una sociedad más segura con menores niveles de violencia, con menores niveles de inseguridad, tenemos que trabajar de manera efectiva para disminuir la brecha de desigualdad en nuestra sociedad y para que la justicia sea una realidad, para eliminar la idea de impunidad, la sensación de impunidad o la impunidad misma”.
Adelantó igualmente que “En los próximos días estaré invitando a representantes del Poder legislativo y del Poder judicial, para integrar junto a miembros del Gobierno, la Junta Provincial de Seguridad, que será un ámbito de diálogo y de planificación interinstitucional para enfrentar los desafíos de la violencia y la inseguridad”.
Finalmente, Miguel Lifschitz en su primer mensaje al pueblo de la provincia, expresó “El narcotráfico, es un flagelo, uno de los grandes problemas del mundo en el Siglo XXI. Un fenómeno delictivo que adquirió gran escala durante la segunda mitad del Sigo XX en Colombia, Centroamérica, México y que gradualmente fue ganando en dimensiones, en sofisticación y en presencia en todos los países de América Latina y en muchísimos países del mundo y también en la Argentina”.