Desde que se comenzó a implementar el ensayo clínico con plasma de convalecientes de COVID-19 (PCC19), se aplicó el tratamiento a ocho pacientes en Santa Fe, de los cuales cuatro lo siguen cursando, uno falleció y tres superaron la enfermedad y recibieron el alta.
El director de Cudaio, Dr. Mario Perichón, explicó que inicialmente se buscaba probar la seguridad y la eficacia del tratamiento. «Lo primero se logró rápidamente y hoy sabemos que no conlleva ningún riesgo. La eficacia también quedó probada, con los dos pacientes que superaron la enfermedad y recibieron en alta”, detalló.
De esas aplicaciones, tres se hicieron en el Hospital Cullen (Santa Fe), otras tres en el Gutiérrez (Venado Tuerto), una en el Eva Perón (Granadero Baigorria) y otra en una clínica privada de Rosario. En la mayoría de los casos se aplicaron dos dosis de PCC19.
Asimismo, el funcionario provincial remarcó: “Lo que se va estudiando es el momento oportuno para la aplicación y las características clínicas que deben reunir los pacientes para ser receptores del plasma, por ejemplo, aquellos cuyos marcadores biológicos y de saturación de oxígeno hacen suponer que la enfermedad podría agravarse».
El plasma para el tratamiento provino de 34 extracciones realizadas por técnica de aféresis, algunas de ellas a donantes voluntarios que lo hicieron más de una vez, ya que este tipo de procedimiento se puede realizar hasta dos veces por mes. El Centro Regional de Hemoterapia de Rosario, donde se analizan, procesan y administran las unidades donadas, cuenta con un stock de 70 dosis almacenadas.