El Ministerio de Salud provincial, a través del Programa de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, de la Dirección de Promoción y Prevención de la Salud, dio a conocer recomendaciones para una alimentación más saludable y disfrutar del verano, evitando riesgos en la salud.
La responsable del referido programa, Gabriela Sosa, manifestó: “Con las fiestas de fin de año y las despedidas entre familiares y amigos, se suele romper la rutina alimentaria alterándola sobre todo en la cantidad y calidad de las comidas que se ingieren a lo largo del día. Ello, sumado a las calorías extras que se agregan, con las bebidas sobre todo azucaradas y alcohólicas”.
Atento a ello, la funcionaria explicó que “esto genera conductas que llevan a descompensaciones, sobre todo en personas que presentan enfermedades previas como diabetes, hipertensión y colesterol elevado; a la vez que alteran nuestro peso”.
“Pasados estos momentos -añadió-, se debe tratar de volver a hábitos alimentarios que compensen todo lo alterado. No se trata de privarse totalmente, pero sí de establecer una estrategia alimentaria saludable que sea posible de cumplir para volver a la normalidad y a no poner en riesgo nuestro organismo”.
RECOMENDACIONES
Por ello, la titular del Programa de Enfermedades Crónicas no Trasmisibles de la provincia planteó “la importancia de seguir realizando todas las comidas del día para evitar llegar con mucha hambre, en especial a la hora de la cena y así evitar comer demás”.
“Cuando una persona tiene mucho hambre -continuó- corre el riesgo de aumentar su ingesta alimentaria en demasía, sin llegar a nutrirse verdaderamente”.
Además, Sosa analizó que “deben servirse porciones pequeñas de cada una de las preparaciones, masticar despacio, saboreando cada bocado; lo cual genera que uno esté satisfecho, en el momento adecuado, sin comer demasiado”.
La funcionaria dijo también que “se debe elegir en las comidas principales una ensalada o una porción de vegetales cocidos como primer plato, así esta preparación genera en un primer momento cierta saciedad; tratando, además, de aderezarlas con poca cantidad de aceite o con un aderezo light; cocinar las carnes sin grasa visible, sin la piel del pollo y de una manera saludable (al horno, a la parrilla, hervida); evitar las frituras y las salsas con base de crema o mayonesa, y beber como mínimo ocho vasos de agua segura por día para estar bien hidratado”.
Sosa remarcó que “hay que limitar el consumo de bebidas gaseosas y azucaradas, además de las alcohólicas” y aclaró que “el consumo de alcohol debe ser responsable y hay que evitarlo en embarazadas, mujeres lactantes o al conducir; e incorporar diariamente, preparaciones que tengan frutas y vegetales de estación”.
Asimismo, se resaltó que “se debe disminuir el consumo de la sal y reemplazarla por otros condimentos como tomillo, perejil o ajo, entre otros; comer disfrutando el momento, sin apuros, enfocándonos en compartir un tiempo agradable junto a nuestra familia y/o amigos”.
“Si se necesita cumplimentar con un plan de alimentación más estricto -advirtió- es importantísimo asesorarse por un profesional nutricionista que pueda planificar la alimentación respondiendo a las necesidades calóricas y nutricionales de cada persona”.
Además, la titular del Programa de Enfermedades Crónicas no Trasmisibles aconsejó “evitar las dietas de las revistas, de los amigos, de la vecina, las de moda y las milagrosas, porque muchas de ellas no son adecuadas a las necesidades y características propias de cada uno, sino que son desequilibradas y disarmónicas. Hay que considerar que adelgazar no significa «comer nada» ni«comer sólo algunos alimentos y evitar otros completamente”.
Por último, desde el área recomendaron “complementar una alimentación correcta para disminuir de peso, con actividad física para lograr mejores resultados; debiendo la misma, adecuarse a las condiciones físicas de cada uno” en tanto se remarcó que “lo más importante es adoptar una alimentación saludable, para no poner en riesgo nuestra salud”.