En un comunicado en donde el común denominador es el tono apocalíptico y la descalificación, la fuerza que se auto adjudica el rol de guardianes de la moral, las buenas costumbres, la pureza y las conductas ejemplares, es decir, la UCR Distrito Ceres, expresa sus puntos de vista con respecto a la Ordenanza Tributaria recientemente sancionada.
Lo cierto es que los que votamos a favor de la misma estamos –según la apreciación de estos representantes de la «parte sana de la población»- irremisiblemente condenados al fuego eterno del infierno, un infierno que, desde luego, fue diseñado por el Radicalismo para escarmiento de quienes tienen la mala suerte de no estar en el bando de los buenos, un lugar exclusivamente reservado para ellos.
Pero lo cierto es que los representantes locales de este centenario y respetable Partido, están un poco contradictorios, al principio hablan de «aumentos irresponsables y disparatados de tasas» y varios renglones más abajo expresan que «no obstante, en relación del ajuste del 50% de las tasas después de más de dos años sin actualización, entendíamos que estaba en correlación con la inflación». ¿En qué quedamos muchachos, está bien o está mal?
Esta última observación parece, en medio de tanto despropósito, un ramalazo de inteligencia, de racionalidad, pero dura lo que un suspiro, inmediatamente retoman el camino del desvarío.
En otro tramo de este «Documento» (para utilizar un eufemismo) hablan de «el avasallamiento del Ejecutivo Municipal con el proyecto de Ordenanza Tributaria para este año próximo», pero sobre el final le trasladan la culpa a los Concejales, «Señor Intendente, puede haber razones por la que lo pueden haber hecho equivocar» y lo confirman en el título, «no sea cómplice de los Concejales y no promulgue la Ordenanza». Otra contradicción más en un comunicado plagado de contradicciones. ¿Saben por qué pasa esto? Porque la necesidad de denostar, de agraviar, de descalificar, está por encima de un mínimo de coherencia.
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