El gobernador Antonio Bonfatti visitó ayer el tambo modelo del «Grupo Chiavassa», sobre la ruta provincial Nº 13, en el km 61,5, a pocos kilómetros de la localidad de Carlos Pellegrini, en el departamento San Martín.
Esta empresa familiar se dedica a la producción lechera hace tres generaciones, pero hace cuatro años dio un importante salto tecnológico que significó convertir su establecimiento en el más moderno y novedoso de su tipo en la provincia, a partir de un tambo rotativo, de 40 bajadas para tres ordeñes diarios, totalmente automatizados.
«La familia Chiavassa es un ejemplo de las enormes posibilidades que la Argentina tiene de agregar conocimiento y mano de obra a la producción de materia prima», comentó el gobernador, tras lo cual añadió: «Si no charlamos con los productores, si no vemos lo que están haciendo, si no sabemos cuáles son sus problemas, es imposible tomar decisiones políticas».
“En este caso -continuó Bonfatti-, una familia le agrega, inversión mediante, conocimiento a la producción lechera y alcanza una producción anual que orilla los 10 mil litros de leche por vaca cuando el promedio en el país es 6 mil. Este tipo de emprendimiento es el que nosotros, como Estado, debemos propiciar”, concluyó.
Carlos Chiavassa recibió al gobernador Bonfatti en la sede de la empresa, acompañado por sus hijos Cristian, Soledad, Cristóbal y Rocío. Allí explicó que los inicios de la empresa familiar se remontan al abuelo, quien dio los primeros pasos con animales Shorthorn y Holando.
EL SISTEMA UTILIZADO
El sistema rotativo tiene un corral de espera con una puerta arreadora manejada por computadora, que hace sonar un silbato cada vez que se deben mover los animales. La vaca ingresa caminando y se le aplica la rutina de ordeñe.
El equipo ordeña entre 700 y 800 vacas a razón de más de 200 animales por hora, gracias a las 40 bajadas que no sólo extraen, sino que analizan la leche y deciden de manera automática cuándo retirar las pezoneras. Este dispositivo tiene un extractor automático que se activa cuando el flujo desciende de un determinado nivel de leche por minuto.
En el sistema rotativo, la homogeneidad del trabajo ahorra mano de obra, porque se desarrolla en un ambiente muy sereno y silencioso, lo que favorece a la mejor bajada de leche por parte de las vacas. Los operadores de la sala rotativa se ubican en un sólo lugar realizando la tarea específica.
El grupo maneja 1.500 hectáreas, de las cuales 900 son propias y 600 alquiladas. Destinan 350 hectáreas al maíz de grano húmedo, 500 de alfalfa y 500 de soja (que se vende y luego compran el expeller para alimento).