La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, sostuvo esta tarde que la identificación de su nieto es un mensaje «para los que pretenden que olvidemos y demos la vuelta la pagina como si nada hubiera pasado» y agregó que se trata «de un triunfo de todos los argentinos».
«Mi hija me estará diciendo: ‘Ganaste una batalla grande’ Y esto es un premio para todos. Yo no quería morirme sin abrazarlo y pronto lo voy a poder abrazar», señaló Carlotto en conferencia de prensa. La dirigente dijo además que la llamó telefónicamente la presidenta Cristina Kirchner «llorando» y también su hijo Máximo y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, pero dijo que no puede dar «muchos detalles» del caso.
«La historia no la sabemos todavía, la vamos a armar, pero vamos a ser muy cautelosos», sostuvo y agregó: «Como falta mucho hay que seguir buscando a los que faltan, porque otras abuelas tienen que sentir lo que siento yo».
Carlotto afirmó esta tarde que la recuperación de su nieto Guido, al que buscaba desde hace 37 años, es »una alegría enorme que me brinda hoy la vida».
»Esto es un premio para todos, ya tengo mis 14 nietos conmigo», dijo Carlotto y sostuvo que su hija asesinada, Laura, madre del joven recuperado hoy, desde el cielo estará diciendo: »Mamá ganaste una batalla larga».
Estela de Carlotto lo expresó al iniciar una conferencia de prensa en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, para confirmar oficialmente la recuperación de su nieto.
Hoy encontraron al nieto varón de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, hijo de su hija Laura, quien se encuentra desaparecida, confirmaron a Télam fuentes de la entidad.
Según confirmó el portal oficial Infojus, Guido Carlotto vive en Olavarría, tiene 35 años, es músico -toca el piano- y se encontraría este miércoles con su abuela, luego de presentarse voluntariamente para hacerse los análisis.
Cuando la secuestraron, el 26 de noviembre de 1977, Laura estaba embarazada de dos meses y medio: por testimonios se supo en junio de 1978 tuvo un niño al que llamó Guido en el Hospital Militar.
Luego del parto fue devuelta al centro clandestino «La Cacha», sin su bebé y el 25 de agosto de ese año la joven fue asesinada y sus restos fueron devueltos a sus padres.
«El resultado fue positivo, encontramos a mi sobrino. Estamos muy emocionados. Este chico se presentó voluntariamente porque tenía dudas sobre su identidad y el análisis se sangre dio 99 por ciento de coincidencia», señaló a la prensa Kibo Carlotto, secretario de Derechos Humanos bonaerense.

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