Ante un nuevo y burdo intento mediático-político que pretende desprestigiar al gobernador de la provincia Antonio Bonfatti relacionándolo con el narcotráfico a partir de escuchas telefónicas a dos delincuentes presos, el bloque de Senadores del Frente Progresista Cívico y Social de Santa Fe expresa su repudio por la maniobra y su respaldo al gobernante que decidió enfrentar al flagelo de la narcocriminalidad con toda energía y entereza, aún a riesgo de su propia vida.

   Es patético advertir como algún dirigente político carente de escrúpulos, comete la canallada de anticipar la campaña electoral atacando en forma artera al gobernador a partir de extractos de una conversación de dos individuos que viven al margen de la ley, seguramente buscando promocionarse y posicionarse para ver si consigue un lugar en alguna futura lista y buscar así su reelección como diputado provincial.

   Es desde todo punto de vista penoso, además, tener que asistir a este tipo de actitudes de dirigentes de un partido político que gobernó la provincia durante un cuarto de siglo, 25 años durante los cuales poco hizo por impedir, pese a insistentes advertencias en ese sentido, la progresiva intromisión de las bandas narcocriminales en el territorio provincial. No existe un mínimo de honesta autocrítica en estos personajes porque solo conocen el lenguaje de la descalificación y la calumnia.

   Mucho menos por haber hecho poco o nada cuando fueron gobierno para modernizar a la policía de la provincia de Santa Fe, algunos de cuyos integrantes incluso de las máximas jerarquías están sospechados de haber colaborado, por acción u omisión, con estas organizaciones delictivas. Por eso es que desde que se hizo cargo del gobierno de la provincia el Frente Progresista, puso en marcha una reforma policial que se traduce en la extensión del período de formación en el Instituto de Seguridad Pública, la jerarquización salarial, la capacitación y el llamado a concurso que desde este año permitirán ascender en la fuerza policial.

   Es imprescindible instar a la responsabilidad a dirigentes políticos que pretenden representar a los ciudadanos de esta provincia para que eviten entrar en el juego de la calumnia que genera desaliento en la población y sólo es funcional a los grupos que a sangre y fuego han estado disputando espacios de poder mafioso en la provincia de Santa Fe y que hoy, por la acción conjunta de los gobiernos nacional y provincial y los organismos judiciales y de seguridad de ambas jurisdicciones, están en franco retroceso.

Senadores de la Unión Cívica Radical Rodrigo Borla, Hugo Rasetto, Orfilio Marcón, Hugo Marcucci, Germán Giacomino, Lisandro Enrico y Felipe Michlig y del Partido Socialista Miguel Lifschitz, integrantes del Bloque del Frente Progresista Cívico y Social en el Senado de Santa Fe

Oficina de prensa del senador provincial Felipe Michlig

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