La ex ministra de Salud, que apoyó la sanción en Diputados, celebró la aprobación en la Legislatura santafesina del proyecto que autoriza el uso terapéutico de la sustancia para cuadros de epilepsia y otras enfermedades. «Los medicamentos utilizados en el tratamiento de estas patologías tienen innumerables efectos secundarios e indeseables», remarcó.
La Legislatura santafesina aprobó esta semana la utilización de cannabis medicinal, su utilización para investigación científica y producción pública. La norma, que recibió diversas modificaciones y aportes tanto en Diputados como en Senadores, incorporó los medicamentos ricos en cannabidiol y sus formas derivadas en el formulario terapéutico provincial y determinó que el IAPOS cubra los tratamientos con estas sustancias.
La sanción definitiva fue celebrada por la diputada justicialista Silvia Simoncini, quien apoyó el proyecto en su paso por la Cámara baja. «Como nosotros expresamos en el articulado del proyecto de Ley de Salud que hemos presentado, el Estado debe garantizar el derecho a la salud, y considerar a los medicamentos un bien social. En este caso, eso significa habilitar la utilización del cannabis para el tratamiento complementario de patologías que no responden adecuadamente a los procedimientos convencionales, como cuadros de epilepsia, enfermedades degenerativas, dolor refractario y otras», manifestó la legisladora.
En tanto, la ex ministra de Salud destacó el amparo del Estado que significa la norma para los numerosos pacientes que son tratados con estos medicamentos: «Siempre hay un profesional médico que indica y controla el tratamiento. El Estado garantiza la provisión para quienes no tienen cobertura social, así como la obra social del Estado provincial, el IAPOS», detalló.
«La experiencia en otros países y en el nuestro es positiva y la mejoría en la calidad de vida de los pacientes es notoria. Esperamos que a nivel nacional se avance en el mismo sentido», expresó Simoncini en referencia a un proyecto de características similares que se debate en el Congreso Nacional y obtuvo media sanción en Diputados, aunque aún no comenzó a discutirse en la Cámara alta.
Por último, se mostró crítica con los argumentos de las fuerzas políticas que no acompañaron la aprobación del texto: «El PRO se abstuvo porque alude que no hay suficientes pruebas científicas sobre los posibles efectos adversos a mediano y largo plazo. Desconocen o no consideran los innumerables efectos secundarios e indeseables que provocan los medicamentos aprobados y utilizados masivamente en el tratamiento de estas patologías», finalizó la diputada.