En un contexto donde las políticas de la memoria dejaron de ser imprescindibles para el Estado, reivindicamos la lucha de los organismos de DDHH por revertir las medidas regresivas y preservar las conquistas adquiridas. El domingo 24 de marzo, convocamos a toda la comunidad a recordar activamente y participar de todas las actividades que se realizarán en defensa de la memoria, la verdad y la justicia.
Vivimos una serie de retrocesos en relación a los derechos humanos y un negacionismo que allanó el terreno a la impunidad: prisiones domiciliarias para genocidas; el intento de instalar el beneficio del 2×1 para acortar las penas por delitos de lesa humanidad; una multiplicación de eventos represivos por parte de las fuerzas de seguridad;
Como todos los 24 de marzo, la UNA renueva su compromiso con los organismos de DDHH y su búsqueda por el esclarecimiento de la verdad, por mantener viva la memoria de los y las 30 mil detenidos/as desaparecidos/as y por el inclaudicable reclamo de justicia para los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el último golpe cívico militar. En ese sentido, se destaca el anteproyecto de Ley de Fortalecimiento y Protección de la Memoria, la Verdad y la Justicia presentado por la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, con el objetivo de institucionalizar las conquistas del movimiento de derechos humanos, revertir medidas regresivas en la materia e instalar la agenda de Memoria, Verdad y Justicia en el debate electoral que se desarrollará durante este año.
Frente a un Estado que olvida los flagelos de las políticas económicas neoliberales que sufrió nuestro pueblo, recuperamos un fragmento de la Carta abierta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar: “Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S. Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete.”
A 43 años de la última dictadura cívico militar, la Universidad Nacional de las Artes reivindica el valor de la memoria como política de Estado, como eje central de la historia de los pueblos, como factor esencial para la construcción colectiva y como garantía fundamental para que se haga justicia. Hoy, más que nunca, hay que seguir construyendo Memoria, Verdad y Justicia.