En primer lugar, la marihuana es la droga más consumida, le sigue el paco y luego la cocaína. El abuso de estupefacientes frena los mecanismos inhibitorios.

Desde el Cuerpo Médico Forense están examinando a menores de edad detenidos que están por quedar en libertad para determinar cuál es la relación entre el delito y la violencia con el consumo de drogas, tanto legales como ilegales.

Hasta el momento, de los jóvenes entrevistados surgió un dato alarmante, el 95% admitió consumir o haber consumido algún tipo de estupefacientes. En primer lugar, la marihuana es la droga más consumida, le sigue el paco y luego la cocaína. El jefe del Cuerpo Médico Forense, Pascual Pimpinella, aseguró que los menores pueden acceder a los estupefacientes de menor precio y por tal motivo, la cocaína se encuentra en tercer lugar. El paco, al ser el desecho de la producción de la cocaína es la más barata pero la más dañina. Otro dato que surge del estudio es que el consumo de estas drogas siempre fueron combinadas con algún ansiolítico como el alcohol o psicofármacos.

Pimpinella explicó que el consumo de algún tipo de drogas y, más aún, la combinación con ansiolíticos frena los mecanismos inhibitorios del lóbulo frontal del cerebro y aumentan las posibilidades de la comisión de delitos o actos violentos.

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