Este domingo 13 de octubre, los seis candidatos presidenciales participaron del primer debate obligatorio, que se llevó a cabo en la ciudad de Santa Fe. El Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), fue el escenario donde los postulantes a la Presidencia tuvieron la posibilidad de manifestar sus propuestas y, si bien no hubo cruces por las estrictas reglas del debate, sí hubo críticas directas y acusaciones entre unos y otros.
¿Quién supo aprovechar mejor sus intervenciones? ¿Quién estuvo mejor preparado? ¿A qué estrategias apeló cada uno, y cuáles fueron más efectivas? analistas políticos y consultores, hacen su análisis sobre las más de dos horas de debate presidencial.
Paola Zuban, politóloga y directora de la consultora Gustavo Córdoba y Asociados, consideró que un debate es por definición “una discusión”, y que justamente eso es lo que faltó, por el formato impuesto por la ley y los organizadores. Para Zuban, hubo “discursos de tono ideológico, algunas propuestas y varias chicanas, aunque ninguno dijo nada que no les hayamos escuchado antes. Fue una reafirmación de los tópicos de campaña”, analizó.
Candidato por candidato, la politóloga destacó en primer lugar que Juan José Gómez Centurión “hizo gala de la falta de reloj, al tiempo que repitió hasta el cansancio la consigna por «las dos vidas», abundancia de estigmatizaciones”. Sobre el candidato del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, dijo que “fue contundente en su postura, previsible, algo inseguro y apelando a situación en Ecuador”.
Jose Luis Espert, consideró, estuvo “seguro y tranquilo”, aunque “ también abundò en posturas ideológicas, sin precisar medidas concretas”. En cuanto a Roberto Lavagna, expresó: “Fue concreto, bien informado, pero falto de emocionalidad”. El presidente de la Nación, señaló, “sigue sin advertir su condición de presidente, y a pesar de la intensa preparación que se notó, se lo vio con un discurso aprendido, pero algo inseguro y poco firme al principio, aunque hacia el final intentó confrontar con Alberto Fernandez»
«Alberto Fernández fue firme, asertivo, y dotó sus exposiciones de la dosis justa de datos», opinó Paola Zuban
En cuanto al candidato del Frente de todos, destacó que confrontó desde el principio con el líder de Juntos por el Cambio, aunque criticó que quizás fue demasiado. “Fue firme, asertivo, dotó sus exposiciones de la dosis justa de datos, confrontación y emocionalidad, aunque el exceso de confrontación pareció innecesario frente a su posición en las encuestas. No hacía falta tanto”, estimó.
Por último, Zuban aclaró que los debates “sólo tienen relevancia para medios, política y alguna parte de la población que tiene un compromiso político, pero no producen corrimiento de votos significativos”.
Manuel Zunino, sociólogo y director asociado de la consultora Proyección, analizó ante la consulta de este medio que Mauricio Macri fue al debate con “un gran riesgo”. “Al revés de lo que sucede en la mayoría de los debates, que el que más riesgos tiene es el que va ganando, hoy Macri llegaba con un gran riesgo al debate, debido a que iba a ser el candidato más atacado y no iba a tener la posibilidad defenderse de los golpes utilizando logros de gestión», dijo. Para defenderse, explicó, «usó una estrategia del manual de cambiemos: hablar del pasado”.
“Cuando Macri atacó a Fernández utilizó los mismos ejes que había usado hasta las PASO. La poca novedad de sus golpes le facilitó la defensa a su rival: que no tuvo más que decir lo que ya había dicho en campaña y que en las PASO le dieron resultado», resaltó el sociólogo.
En la misma línea que Zuban, Zunino consideró que Alberto Fernández “sorprendió atacando, cuando se esperaba mayor moderación”. “Fue contundente en sus planteamientos, gestualmente seguro y con discurso propositivo, pero sin exitismo ni planteando un horizonte irrealizable”, recalcó. Respecto del resto de los candidatos, consideró que hicieron mucho esfuerzo para irrumpir en un escenario muy polarizado donde la atención no estaba puesta en ellos.