La odontología está entre las profesiones con mayores niveles de exposición al contagio de Covid19, incluso algunos estudios la señalan como la de máximo riesgo. Si bien es justificada la resolución que impide asistir pacientes en este contexto de emergencia sanitaria -más allá de las urgencias-, la otra cara de esta decisión es la crisis económica que atraviesan muchos colegas. Acá queremos resaltar que la pandemia empeoró una situación ya muy crítica.
Así como somos muy vulnerables frente a la trasmisión del virus, también, estamos altamente capacitados (por el entrenamiento diario que realizamos desde hace años cuando surgió el VIH), para protegernos y proteger a nuestros pacientes, y que la población se sienta segura si debe concurrir a la consulta odontológica.
Por otra parte, inmersos en esta profunda crisis, se registra una inexplicable falta de insumos básicos y un obsceno incremento de los valores de estos elementos. Y se suma la obligatoriedad de pagar sueldos, aportes, alquileres, servicios e impuestos como si estuviéramos atravesando una situación de normalidad en nuestra tarea. No se ha emitido aún ninguna normativa desde el Gobierno que permita mitigar en parte estos inconvenientes.
Los odontólogos somos el primer eslabón de una cadena que involucra a técnicos dentales, proveedores de insumos, asistentes y secretarios/as, además, de las invisibilizadas instituciones intermedias (decenas a lo largo del país) que no perciben ingresos debido a que el primer eslabón -los odontólogos- no está activo. Solo algunos datos para comprender esta situación: 25.000 secretarias, 15.000 laboratorios dentales y más de 200 Pymes corren riesgo de perder sus trabajos. En este contexto, no hay forma de activar estos eslabones, de inacción involuntaria, y de impulsar la cadena si al menos las autoridades no evalúan medidas que nos brinden alguna solución.
La CORA, como institución representativa a nivel nacional, ha hecho saber sobre esta grave realidad y ha elevado sus reclamos tanto al presidente de la República como a ministros, secretarios, legisladores; por otra parte, se ha reunido con la Cámara de Industrias y Comercios Dentales y la Unión de Confederaciones de Profesionales de la Salud de la Argentina, siempre con el objetivo de imperiosa necesidad de levantar la bandera del reclamo del sector.
Pedimos que se nos dé alguna respuesta para que la situación profesional y del sector odontológico no termine colapsando y la población quedé desprotegida y su salud bucal a la deriva.
Dr. Guillermo Rivero, presidente CORA