En Argentina la suspensión de clases presenciales afecta a más de 10 millones y medio de niños, niñas y adolescentes. El sistema educativo enfrenta hoy el mayor desafío que haya tenido en su historia moderna: sostener una escuela masiva basada en prácticas presenciales, bajo un formato de educación a distancia mediada por el uso intensivo de viejas y nuevas viejas y nuevas tecnologías.
En estos meses , el escenario educativo convencional (clases presenciales en el aula) ha sido reemplazado por plataformas digitales para no perder el año escolar, lo que ha llevado, también, a que los docentes deban adaptarse a nuevos formatos educativos. Para muchos docentes esta nueva realidad representa un verdadero panorama cuesta arriba, dado que la gran mayoría no cuenta con recursos y/ o competencias para una educación on-line eficiente. Si bien, muchos de ellos han debido introducir soportes tecnológicos en el desarrollo de sus clases, el aprendizaje 100% remoto no está arraigado aún en nuestra cultura educativa. Por ende, esta crisis sanitaria ha puesto en jaque la forma de educar y ha abierto múltiples desafíos para los docentes y sobre todo para las familias y los alumnos .
Una nueva realidad que está lejos de cambiar, dado que el Gobierno ya anunció la postergación del ingreso a clases, a raíz de la pandemia. Susana Badr